martes, 5 de junio de 2012

La navidad en japón

¿Os habéis preguntado cómo es la navidad y el año nuevo japonés? ¡No es en absoluto como el nuestro!

Con la llegada de la Navidad, las ciudades japonesas se llenan de luces (más aún) y los comercios hacen su agosto en el país paraíso de las compras. Las tiendas y grandes almacenes se visten de Navidad, adoptando la imagen occidental de estas fiestas; árboles de navidad, guirnaldas, regalos, etc... La navidad en Japón tiene un aspecto muy comercial.

Los japoneses no tienen tradición cristiana (sí que hay algunos cristianos e incluso iglesias, pero no es para nada común) y, por tanto, no conciben la navidad como el nacimiento de Jesús; es más, la mayoría no sabe quién es Jesucristo.


La Navidad de Japón tiene está enfocada a los niños y, sobre todo, a las parejas jóvenes. La Nochebuena siempre ha sido sinónimo de "noche romántica" y no es un evento religioso, como los países occidentales. Se considera una festividad infantil y sólo la celebran los niños en los colegios, el resto trabaja. Por la noche, las parejas salen y se divierten, es una noche muy especial, como nuestro 'San Valentín'.

Entre los que lo celebran, la tradición más importante es, además de comer pollo o pavo, comer la tarta de Navidad. Los regalos son también importantes en Navidad: de padres a hijos, entre amigos, y entre parejas. Sin embargo, no se suelen intercambiar entre miembros de familia, como en los países occidentales.

¿Cómo celebran los japoneses el Año Nuevo (oshougatsu)?

El año nuevo para los japoneses es una de las celebraciones más importantes del año, igual que para nosotros. A pesar de eso la celebración en sí es muy diferente a la nuestra y a la del resto del mundo. Lo único que compartimos es que en Año Nuevo la familia se reúne, se divierten y celebran juntos la entrada al nuevo año. 

La última semana del año es la más ajetreada para todos los nipones ya que para empezar bien el nuevo año hay que terminar todo lo del año anterior: se pagan todas las facturas, se saldan las deudas, se limpia en profundidad y se decora la casa (al limpiar, echas la mala suerte del año anterior) y los estudiantes acaban todos los deberes.

Además, los japoneses están muy ocupados preparando las nengajou (tarjetas de felicitación del año nuevo) para sus amigos y familiares. Estas tarjetas han de tener algo 'personal'; se pueden hacer a mano y se pone la firma de la persona o bien se pueden hacer con un programa de ordenador. Algunas de ellas van con un número de lotería de regalo para la persona a la que va dirigida el nengajou.

Estas tarjetas se envían la semana de antes al fin de año y en correos las separan. El día 1 de enero, por la mañana, el cartero deja las nengajou en el buzón de cada familia. Los nengajou vienen con la dirección por si alguien te envía uno y tú no se lo has mandado para que te puedas poner en contacto con esa persona o mandarle otro. Hasta el día 4 de enero se puede enviar nengajou.

Se prepara una comida especial para toda la familia y los amigos que se llama Osechi Ryouri y que se prepara con anterioridad para poder atender a los invitados sin tener que estar en la cocina. En la actualidad, este tipo de comidas se encarga a restaurantes. Se diferencia del resto de comidas porque las cajas en las que viene la comida son mucho más bonitas y la comida tiene una presentación excelente. En la noche del 31, se comen los famosos fideos 'soba' japoneses con el deseo de tener una larga vida (como los fideos). 

Para nuestra sorpresa, los japoneses también escuchan las campanadas; pero no comen uvas y en lugar de tener 12 campanadas, tienen 108 (representan el número de pecados del ser humando para los budistas) y la gente va a los templos a escucharlas. La campanada número 108 se da justo cuando se entra en el nuevo año.

La primera Navidad en Japón se celebró el año 1552, cuando un religioso jesuita y un misionero español invitaron a los japoneses a su misa en una región Japonesa.

Al principio de la época Sho-wa (1926-1989), los restaurantes y cafeterías de barrios de Tokyo comenzaron a preparar menús especiales y los camareros atendían vestidos de Papá Noel. Durante los años 30, ya las parejas se arreglaban para pasar la noche juntos y el año siguiente apareció un menú llamado ¨para chicos pobres¨ para animar a los solteros que no tenían su pareja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario